Revolución digital y competitividad del Cine y la Televisión


Tal vez uno de los sectores que más han tenido que revolucionar digitalmente de manera inmediata a causa de una altísima competitividad en los precios, la calidad de los productos y la prestación de servicios, ha sido la industria del cine y la televisión.

El Home Cinema en los ochentas y los noventas

Primeramente, recordemos que el cine en casa ya existía desde los tiempos de vídeo en casa (Home Video) formato Beta y posteriormente el VHS, pasando por la corta vida del disco láser al DVD y finalmente al Blu-ray. Aunque la calidad del audio y vídeo iba mejorando con el cambio de formato, todos estamos de acuerdo, que no hay comparación con la calidad de disfrutar de las películas en el cine. Verlas en casa supone generalmente una comodidad y privacidad que brinda el hogar de cada uno.

Las series de HBO y finales de los noventas

En paralelo, tenemos la programación que nos ofrecía la tv de señal abierta y la de pago (televisión por cable), donde habitualmente veíamos nuestros programas de televisión preferidos. En aquellos tiempos, las series eran normalitas, algunas mejores que otras, pero sin grandes actores (antes un buen actor se pasaba de una serie de éxito al cine) y sin grandes narrativas con una continuidad muy marcada entre los capítulos y las temporadas. Probablemente, el primer canal que cambió la forma de hacer series de calidad a finales de los 90's, fue el canal por cable HBO, con producciones con mayor presupuesto, mejores actores y una narrativa -digamos- más compleja y con capítulos de casi 1 hora de duración (las series antes eran en promedio de 20-30 minutos de duración por capítulo). Las primeras series de este tipo producidas por HBO eran por ejemplo: Oz (1997), Los Sopranos (1999), From the Earth to the Moon producida por el actor Tom Hanks y Ron Howard (1998), seguido por otras series como Band of Brothers, John Adams y The Pacific.  Ese mismo año se estrenaría Sex and the City con la actriz Sarah Jessica Parker. Hasta aquí, ya tenemos dos cambios muy importantes en la industria de la televisión. Primero, marca la migración de actores famosos del cine a la televisión. Segundo, las series eran tan buenas, que empezamos a encontrarlas (en aquel tiempo) disponible la temporada completa para alquilarla en el videoclub.

En nuestra línea temporal, hasta este momento, tenemos tres agentes (actores económicos): los cines (industria cinematográfica), el intermediario (videoclubs) y la televisión (centrándonos en las series).

Nuevo siglo, aparece Netflix y desaparece Blockbuster

Mientras tanto, la industria cinematográfica ya venía preocupándose por la disminución de ingresos en las taquillas de los cines. Queriendo culpar a la piratería de ello (si afecta, pero es una consecuencia más que una causa), pero creo que gente deja de ir al cine por dos grandes razones: La primera, las entradas al cine son caras, y segundo, la calidad de las películas muchas veces va de mal a peor. Si el precio de ir a ver una película al cine es alto y la calidad baja. Es obvio que los individuos, prefieren ver series en casa, a un menor costo y con mejor calidad que lo que se oferta en el cine (producciones mejor hechas, buenos actores, buenas actuaciones y una buena narrativa de la historia).

Y pues para ver películas malas, pues mejor verlas en casa, por lo cual se acudía al videoclub. Inicio del nuevo siglo y con ello viene avanzando sigilosamente Netflix y su innovador servicio de vídeo streaming en-línea. El negocio del alquiler de vídeos, suponía muchos problemas, ante la competencia frente al Internet, "inteligentemente" (sarcasmo) hicieron lo mismo que la industria musical con los discos: subir los precios (grave error del precio de las entradas al cine, los discos musicales y los alquileres de vídeos, ante la competencia gratuita -pirata- de Internet, lo lógico, era bajar los precios, no subirlos!), los nuevos estrenos casi nunca los encuentras (todos alquilados obviamente por ser la novedad) y si se te olvidaba devolver el vídeo, pagar un alto precio de recargo. Netflix solucionaba todo eso: un precio fijo (suscripción mensual) sin límite en el número de visualizaciones del contenido disponible en el catálogo, no tenías que esperar una semana o un mes para ver la película de estreno del mes y no te tenías que preocupar por devolver el vídeo y además, te permitía ver tus películas favoritas las veces que quisieras. En resumen, para el 2014 con el cierre de Blockbuster los videoclubs terminarían de pasar a la historia.

En nuestro relato de hoy, ya han desaparecido los videoclubs como intermediarios y aparecen los servicios de vídeo streaming como nueva competencia del cine y la televisión. 

La competencia entre los estudios de cine, el servicio de streaming y Netflix

Como respuesta, la industria cinematográfica empezó a buscar nuevas fórmulas comerciales para volver atraer al público al cine. Tirando de sagas basadas en best-sellers, remakes, y lo que resultó ser un excelente negocio después de décadas de intentos fallidos en el pasado (artículo recomendado: Una lista de películas de superhéroes que no va a gustar a (casi) nadie): la películas de superhéroes.

Entre los títulos taquilleros que tienen los estudios, tenemos X-Men de la Fox y Spider-man de Universal-Sony.

Disney en ese momento contaba con la saga taquillera de Piratas del Caribe y Warner (WB) tenía a Harry Potter. Disney después de años de haber perdido la taquilla infantil con sus clásicos animados frente a estudios como Pixar y Dreamworks por mencionar los más importantes. Tomó la decisión más importante de su vida: si no puedes competir con ellos, cómpralos! y así se fue haciendo con Pixar, los derechos de Marvel comics y Star Wars.

WB por su parte, es dueño de los derechos de DC comics y que hasta la fecha sigue en la lucha por competir con los taquillazos en el cine de las películas de Disney-Marvel.

En esta lucha por la taquilla en el cine, en el 2015 se anunció que Valiant Partners se asocia con Sony para cinco películas basadas en los comics 'Bloodshot' y 'Harbinger', que para los que no conocen a esta editorial, puedo asegurarles que tienen personajes bastante interesantes y que bien llevados al cine, pueden ser un éxito.

Recientemente, Disney anunció que desea retirar los derechos de las películas Marvel y Star Wars a Netflix, eliminando así al intermediario y poder ellos ofrecer su catalogo como exclusivo en sus propios canales de distribución. Para saber más léase: Disney's choice.

Tanto Netflix como Amazon, que son los actuales gigantes de los servicios de streaming para películas y series, ya llevan algún tiempo invirtiendo en contenido propio, tanto en películas (con actores famosos, otra revolución que enfrenta ahora los cines) como en series. Netflix se ha destacado en su gran trabajo con las series propias que le ha otorgado una gran ventaja competitiva frente al resto de canales y estudios. Actualmente, HBO es el canal que continua siendo el mayor competidor de Netflix, con la serie de Juego de Tronos. Recientemente aprovechando que se termina la serie y la demanda del público, han decidido competir con su propio servicio de streaming, sin embargo HBO sufrió un hackeo que afectó a material inédito de sus series, entre ellas capítulos sin estrenar de Juego de Tronos. Por si fuera poco, HBO Go el servicio de streaming del canal de pago, ha presentado fallas del servicio de transmisión en vivo, particularmente cuando se estrena Juego de Tronos.

Por una parte, tenemos un gran canal competidor de Netflix pero que de momento su servicio ha sido malo y por otra, tenemos al gigante Disney que para competir con Netflix, primero le quiere quitar sus mejores productos del catálogo de Netflix para ofrecerlos por sus propios medios. Pero Netflix ha considerado que esto podría llegar a suceder tarde o temprano (y por eso desde algún tiempo se puso a producir sus contenidos originales películas y series propias) que recientemente ha comprado los derechos del conocido como Millarworld, que es una editorial de cómics fundada en 2013 propiedad del famoso escritor de cómics Mark Millar. Para los que no lo saben, ya ha habido unas cuentas películas de éxito basadas en los cómics de Mark Millar, tales como: Wanted, Kick-Ass o Kingsman. Véase: Netflix compra Millarworld: la estrategia ya no es sólo crear contenido, es comprar a quien ya lo hacía.

Antes de finalizar el post de hoy, sólo comentar la última idea para solucionar el problema de los cines: ¿Pagarías 10 euros por ir al cine todo lo que quieras? Así es la idea del cofundador de Netflix.

Pues ya veremos si el cine como lo conocemos sobrevive, si Netflix y Amazon seguirán gobernando en los servicios de streaming, qué empresas ofrecerán los mejores contenidos al mejor precio y yo creo que todavía nos quedará mucho que ver sobre está revolución digital que está transformando rápidamente a la industria del entretenimiento.

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